miércoles, 29 de septiembre de 2010

silicatos y gases





El porvenir de un sueño
abraza tu sombra,
lejos del magma de las cosas reales,
como los tanques de cartón de Rommel,
como fugitivos desalientos.

Sola me había inventado un rumor
que traspasara el silencio,
que aniquilara mis fronteras
en un espacio de soledad y arena,
pero ese escorpión envenenado
vaticina mi extravió.

Estas redes agujereadas
no atrapan peces reales
y del sueño solo quedan
pequeñas gotas de luz
y de sentido.

AOC.©.2010



Ilustraciones: Danni Shin Luo

domingo, 26 de septiembre de 2010

Historias de San Juan



Lo bueno de algunas historias infantiles basadas en tradiciones y unidas a la inagotable imaginación de aquellos creativos abuelos es que éstas llegan tan torcidas y adornadas a nuestros jovenes oídos, que pasan a ser nuevas historias. El Tata decía que la Mamá-Chica era dueña de la flor del comprendimiento, además, solía repetir - Esta vieja es bruja!! Y para graficar sus palabras armaba unos relatos en los que se mezclaban un cuento al que llamaba Peterdel, sobre un niño perdido que aparecía dentro de la guata de un buey; y que resultó ser una adaptación libre de un antiguo relato catalán; también incluía variaciones sobre algunas creencias de la noche de San Juan. El Tata sostenía que la Mamá-Chica era el único ser vivo que había visto la flor de la higuera en una de estas celebres noches.
Lo más importante de estos relatos es que yo los creía todos, incluidos los de almas en penas y todas las aventuras juntas de Juan Diablo que después de haber sido clavado en una pared logró su libertad con sus especiales poderes de malulo y así pudo ir por el mundo haciendo sus endiabladas fechorías...
AOC.©.2010
Ilustración: Aka Louise

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Soplidos





Aquella huella
se mantiene en el tiempo,
dura, compacta y calcárea,
sostenida a un resplandor de piedra,
pero todo aquello
no sabe a nada,
solo a fe.

En mi boca crecen árboles
a orillas de un camino,
y mi canto fúnebre santifica la tierra
sembrada de olvidos
que late en cenizas enamoradas.

Sigo cantando hacia abajo,
hacia lo hondo,
día y noche,
de nacimiento a muerte,
veo la voz que crece como un signo,
como látigos de fuego
en el nudo maestro
del humano destino.

Y en una vibración
larga y continua,
la sombra del alma
se proyecta como aros de agua
sobre el paisaje nocturno.

AOC.©.2010



Ilustraciones: Kelly Vivanco / Danni Shinya Luo / Jennifer Sprigman.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Inofensivos mundos


Llegó temprano, no eran aún las 5 de la tarde, había tenido un día soso, se había dado un montón de vueltas visitando clientes, posibles trabajos que se demoraban meses en tomar cuerpo, algunas veces esto le producía la sensación de pellizcar burbujas en el aire, aunque las historias de su vida le habían dado cierta resistencia al fracaso, él era un gran aguantador. Hacía mucho tiempo que estaba solo, la verdad es que quería estar solo porque con las mujeres solía rebotar, perdía el control, sudaba, se sentía viejo para esas complicaciones. Vivía con su hermana, separada también, tenía su pieza y ese reducto era su hogar; y sus hijos, eran un par de chiquillos que crecían alegres y ajenos, sobre todo ajenos, él se había encargado de mantener la distancia, sobretodo de sus madres.
Era agradable la tarde, hacia menos frío, y por varias horas no habría nadie más en el departamento, eso era bueno, primero que nada mataría esa hambre que lo acompañó toda la tarde, después revisaría un rato algunas cosas en el computador, echaría una mirada al FB y a sus 800 desconocidos amigos, más que desconocidos, ignorantes amigos mantenidos a raya con una buena sonrisa, algunas frases ancla e información estrictamente compartimentada para que cada cual supiera solo lo que tiene que saber.
Ya se habian deslizado varias horas desde su llegada; había gastado el tiempo revisando música, imágenes y sitios con porno cibernético que disfrutaba mirando. Era como un niño solitario que saca uno y otro juguete para inventarse juegos donde solo él pone las reglas o las quita según su estado de ánimo.
La noche se había instalado en la habitación y paulatinamente las ventanas que iluminan la ciudad iban apagandose para entrar en la profundidad del sueño. Aunque para él la noche se había hecho día que gastaba persiguiendo objetos inútiles que lo dejaban hermosamente vacío, parado en el medio del solitario hueco en que se había convertido su vida.
El mediodía lo sorprendió adormilado, sumido nuevamente en sus miasmas tardías y con la tarea de meterse un un mundo que lo adelantaba con medio día de vida, un día dispuesto a llevarlo por ajetreos estériles para así completar su repetido circulo de mínimos quehaceres adornados con coqueteos a la medida de mujeres con estrechos cerebros, muchas joyas y amplios prontuarios de cirugías plásticas y conseguir así amasar algunas carnes con olor a cremas, cosméticos y perfumes propios de mujeres de belleza marchita que se niegan a aceptar el calendario.
Su inexpresiva mirada circuló indefinida por el paisaje de calles y respiró profundo, buscando en el fondo de su alma la fuerza que lo impulsara a rodar hacia otro inofensivo día.
AOC.©.2010

Ilustración: William Ashmith

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Ella





Tengo una extraña sangre,
mezcla de Dios y de hombre, de ahí mi locura, por eso soy medio mujer y medio diosa... Fedra Swinburne

Y esa mujer generadora de vida
lleva implícita la muerte,
como si su tiempo
fuese el destino
que une la vida.

Esa mujer tiene rostro de tinieblas,
un caos desde donde todo ha salido
y a donde todo debe retornar,
es la noche en las entrañas de la tierra,
es la luna fría de los espantos,
hechicera apasionada, voluble,
marginal y peligrosa.

Ella tiene los ojos verdes,
el color del mal,
o tal vez oscuros como la tierra;
ella es salvaje, inconstante,
incierta, pero hermosa,
él la prefiere dócil, sumisa,
solo porque el hombre
a través del tiempo
se tiene como medida
de todas las cosas.

AOC.©.2010



Ilustraciones: Victoria Usova / Yoshitaka Amano.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Destello

Esos ojos gris-azul encierran en su brillo mis secretos milenarios. Para toparse con esa mirada vale la pena recorrer tortuosos caminos en donde todo se confunde en enigmáticas encrucijadas para después escudriñar la oscuridad y descifrar conjuros olvidados que buscan retener en un instante soñado el resplandor de la lucidez, ternura y humor que destellan esos ojos que observan el mundo con una fría mesura de profundo lago... AOC.©.2010

Ilustración: Andrew Finnie / http://andrewfinnie.blogspot.com/

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Igual se agradece


Hace mucho tiempo que Gabriela había abandonado la función básica de dirigir el barco de su vida. Necesitaba entonces que otros miembros asumieran las responsabilidades y decisiones básicas que a ella le correspondian; ni siquiera sentía la originaria culpa que supone el no hacerse cargo de nada. No se marchó a ninguna parte, simplemente se quedó allí pastando en medio del tejido familiar . Paulatinamente Gabriela fue abandonando todas y cada una de sus funciones, con el tiempo los restantes miembros de la familia asumieron las responsabilidades del día a día pese a lo cual todo siguió funcionando. Claro que, cuando sobrevino el quiebre económico a Raul le toco asumir a él solito el desplome, tratando malamente de mantener el universo familiar a flote. La ayuda de Grabriela habría cambiado la historia de todos; ella era contadora publica, tenía más posibilidades que Raul para salvar la difícil situación, y por ultimo dos soportan mejor las dificultades, pero nada hizo y esa fue su mejor respuesta.
En los tiempos en que la situación se hizo más critica, toda la energía de Gabriela estaba concentrada en obtener lo mejor para ella y asegurarse, no importando lo que sus niños y el resto de la familia hicieran para estar bien.
Había sentenciado que a su hija mayor nadie la querría porque no era virgen, que nadie se molestaría en formar algo serio con ella. Pero cuando Juani conoció a ese tipo tan feo que sostenía ser Ingeniero Civil, que ganaba bien, que traía mercaderías a la casa y que además se acostaba con su hija Juani, ahí las consideraciones sobre la virginidad tenían poca importancia para Gabriela, unos cuantos paquetes de tallarines eran suficiente para su vigorosa moralidad.
Si el tiempo de la vida de Gabriela se pudiera graficar como una película, se le podría ver sentada en la misma silla por casi 50 años, en una actitud abúlica y pasiva, mientras el mundo se movía en su trajín incesante.
Un día de estos, Gabriela notará que sus manos y piernas no le obedecen y este será un momento feliz para ella; la inmovilidad por fin le llego a los huesos y alguien tendrá que hacerse cargo.

AOC.©.2010
Ilustración: Kamille Corry

domingo, 5 de septiembre de 2010

Oficina Ballena


Eran ya 30 años que vivía en Purranque, sus huesos se habían acostumbrado a esa tierra, al paisaje, los espacios y las sombras eran ya parte de su ser; hace mucho tiempo que había dejado de sentir hambre de desierto, hace tanto que sus recuerdos se habían convertido en fantasmas, como si la soledad nortina todo lo borrara. La ultima y dolorosa imagen que Elba guardaba de la pampa fue el ocaso de la Oficina Vergara, en su condición de profesora, ella y otras tres familias fueron los últimos en dejar el pueblo... fue tan doloroso que arrancó a perderse hacia el sur.
Este verano su marido planeó unas vacaciones recorriendo el norte, a Elba la idea le pareció inofensiva, así tendría oportunidad de visitar a su ultima tía que aun vivía en Pica. La proximidad del viaje le trajo a la memoria paisajes casi olvidados de su natal Ollague, deliciosos y románticos paseos en bote en el tranque Sloman, también recordó la impresión que le causó Caleta Buena. Así ante el llamado de su memoria regresó el inmenso norte en que había nacido.
El viaje empezó y los kilómetros la fueron acercando más y más a la tierra de su pasado hasta quedar en el centro mismo donde empezó su vida. Nada quedaba, el tren y sus ramales habían sido arrancados de raíz, la Oficina Vergara desapareció hasta sus cimientos, a Caleta Buena solo algunos conocedores de la zona saben seguir la huella, el tranque Sloman totalmente contaminado y seco, Oficina Chile, Estación Catalina nada queda, la casona de Gatico que miraba imponente el mar es solo un esqueleto, algunos cementerios sobreviven más allá de la muerte.
Lo único que le queda a Elba son algunos números de la revista Pampa, un nexo con una vida inocente que vivía su cotidianeidad como si el mundo fuera a vivir así para siempre, de cuyo ajetreo ella fue parte.
Como punto final del viaje era Huara, donde se quedaría algunas noches en casa de viejos amigos, la casa que visitaron era una de las ultimas en una de las calles del pueblo. Una de las grandes impresiones que sintió Elba fue al salir por una puerta al patio posterior y quedar parada frente a la plana inmensidad del desierto, como una puerta al infinito, y nuevamente tuvo ese sentimiento antiguo que le indicaba que esa era su tierra, una tierra de espejismos que se traga los pueblos y los suspende en una memoria difusa llena de ensoñaciones, que no promete nada, solo esa inmensidad solitaria habitada por las almas de los recuerdos...
AOC.©.2010

Gráfica: Lidia Calibatas

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Olfateadores unidos...


Nací sin olfato y las pequeñas condiciones olfativas las perdí tras años de tabaquismo, pero la vida me premió con amados seres que lo huelen todo, que auscultan el espacio con su nariz buscando y penalizando aquellos discutibles olores como implacables jueces, discriminando a personas por humanos perfumes que crecen en la química única de cada uno; llegan a las casas oliendo cualquier descuido, olfateando vapores.
A la hora de comer descubren cada una de las piezas con que se cocinó el guiso y alegan por excesos de cebolla, ajo y cualquier cosa que entre en sus catálogos de excesos.
Pero no todo es bendición en sus vidas, tienen escasas condiciones para olerse a sí mismos, ignoran sus abrasivos alientos cuando el hambre los acecha y la química estomacal pide pan, en algunos extremos casos han perdido la condición básica de verse y olerse pero van por el mundo felices pesquisando y catalogando hedores diversos y exóticos...
AOC.©,2010

Gráfica: Ester Garcia.

Despedida

Llevo 6 o 7 años publicando mis escritos y poesía con palabras similares, contenidos similares, con gráfica orientada siempre a una visió...