miércoles, 30 de enero de 2013

Infantiles muecas





Fui niña,
soy un cadáver de niña
al borde del mundo,
al borde de otro mundo;
el indice busca ávido
esquina tras esquina
los cimientos
donde se codifican
todas las vidas posibles.

Remo contra mis días
en los ovillos
últimos del sueño,
con la ebriedad vertiginosa
que tienen los canales circulares
de mi sangre;
soy un viajero
de viajes sin maletas,
sin dueño tampoco, sin riqueza,
como un diamante de vidrio.

Conservo a regañadientes de los ciclones
una inagotable frescura
y una transparencia absoluta,
aunque me volví dura
en superpuestas laminas,
con cada rostro perdido,
en cada peldaño
de una escalera desocupada.
Ojalá vuelva el desorden,
la asimetría
llevando por delante
un olvido nuevo.

AOC.©.2013




Gráfica: Benjamin Lacombe 1 y 2 // Elena Flerova.

domingo, 27 de enero de 2013

Deterioro en el ecosistema





En el alambrado de espinas
se detectan partes poco protegidas
que gotean
las mismas preguntas
en los labios
donde el recurrente viento
fuma su cigarrillo olvidado.

Preñada estoy
de lo que veo y no veo,
de lo que queda en el camino
como secuela de un viejo canto.

Algunos dolores
se amortiguan en un abrazo
pero este hambre final
no calla,
se perpetúa
como una huella a traves
de los sueños,
como un mapa brutal
de cicatrices.

AOC.©.2013


Gráfica: Yuri Laptev // Arantza Sestayi // de la red sin autor

miércoles, 23 de enero de 2013

Longitud de onda





Los sueños
buscan un pueblo
que acune los huesos
bajo la sombra de una plaza,
un pueblo
de calles cortas
que reconozcan los pasos,
que abriguen la mirada.

Pero un recuerdo sin juicio
permanece callado
como una roca
en la cara oculta de la luna,
solo reconocible
por la longitud desmedida
de su sombra.

Para condimentar
los pasillos de la memoria
guardan culpas viejas,
amores esterilizados
contra la desdicha y la vejez,
y a veces
se deja cruzar por un viento frío
lleno de presentimientos,
de milagros agotados,
teñido por el infortunio centelleante
de la felicidad
que solo acrecienta
su vocación de isleño.

AOC.©.2013



Gráfica : Takato Yamamoto // Xi Pan // Ricardo Fernandez Ortega 

domingo, 20 de enero de 2013

Bailando sola




Ni mi madre sabe
que ando de loca
por la vida,
aplastando páginas de papel
en ese imaginario vidrio
que mira hacia el horizonte
con rigidez de máscara .

Tu amor fue amor,
concédeme ese sueño
para dejarlo morir
aplastado por la bota inclemente
del olvido,
y probarle a la vida
que nada es eterno,
que todo se va
en el circuito implacable
del tic tac,
ese que se lleva las sombras largas
y las borra mágicamente
con el leve rocío de la mañana.

AOC.©.2013



Gráfica: Miguel Freitas // Norman Lindsay 1 y2

miércoles, 16 de enero de 2013

Antología de los re cuervos




No decir de más
lo que se quiere decir de menos,
buscar ese silencio que habla
que se equilibra en el vacío.

Y el manoseado recuerdo
que está completamente solo,
aislado, como un pináculo
en una ciudad anegada
que asoma su cabeza
por la superficie turbia del agua.

Poco queda del viejo recuerdo,
de los detalles, de los rasgos
que ya no calan en la mente,
que se mimetizan
para integrarse al paisaje
repetido y cotidiano
del olvido.

Está claro,
en una araña no hay cabida
para la indecisión, la desesperación
o el arrepentimiento,
ni para la duda metafísica
o el conflicto moral,
tan solo se trata
de un cambio de agujas
en las vías de la vida.

AOC.©.2013




Gráfica: Arantza Sestayo // Karl Pavlovich Briullov // Peregrino Heathcote

domingo, 13 de enero de 2013

La teja que siempre cae


Lenta y sutilmente el futuro siempre llega, aún en la vida invisible de Mané; porfiadamente la vida instala sus acontecimientos en una rueda de horas y días, los sueños chapotean en su propio charco tiñendo los colores de la cotidiana realidad sin tomar cuerpo nunca.
Nadie puede negar que Mané es media lenta, que los fenómenos alojan su lógica en ella solo cuando realmente le cae la teja, antes solo son acontecimientos contradictorios sin mucho sentido y que vienen a alterar sus procesos de entender el mundo.
Así le pasó con Raúl Alfonso, por años alimentó una especie de amor sin respuesta, su amor tenía tanto sentido como amar a una puerta, una hermosa y protectora puerta, aunque una puerta puede dar sentido a una habitación, pero el sentimiento de Mané carecía de toda lógica; quizá por eso lo atesoraba. Por alguna razón de sobrevivencia trató de explicarse este sentimiento con el tarot, los ángeles, las runas etc., pensaba que todo su mal era un parasito alojado en una vida anterior o el dramático karma de su vida. Nada le daba una respuesta seria a este movimiento amatorio sin sentido.
Después de una seguidilla de sondeos y experiencias Mané logro entender que toda esa historia de amor inútil era propio de los rasgos más profundos de su personalidad obsesiva que analiza y disecciona todo lo circundante. Su historia de amor al final no resulta más importante que un maní en una cancha de golf.
Lenta, pero invariablemente, a Mané siempre le cae la teja.
AOC.©.2013
Gráfica: Arantza Sestayo

miércoles, 9 de enero de 2013

Tiempo de viejos


Los beneficios de tener padres protectores, monolíticos son muchos, se crece con la profunda impresión de un mundo sólido y feliz e inhibe la sagacidad que se requiere para balancearse por la vida.
Amalia Gomez siempre ha sido una protegida y beneficiaria de este régimen  de soluciones fáciles, pero además ha adornado todo esto con un ego gigante y hambriento. Cuando sus viejos empezaron a bajar la curva hacia la ancianidad y vulnerabilidad, Amalia arrancó a perderse refugiándose en una cómoda indiferencia, evitó la proximidad y así se contó el cuento de que todo seguía inalterable.
Pero en este trampolín de ida y vuelta que es la vida, Amalia no supo manejar sus finanzas y terminó viviendo nuevamente con sus papás, quienes ya estaban demasiado frágiles para oponerse a este arreglo. Como Amalia llevaba mucho tiempo mirando para otro lado, se encontró de guata con el cotidiano de unos padres viejos y vulnerables, con serias dificultades para organizar y solucionar los quehaceres básicos.
Para este nuevo desafío Amalia optó por lo más práctico, hacer funcionar a los viejos a punta de empujones, de amenazas, de exigencias, de tal manera que solos solucionaran sus problemas diarios y de paso le evitaran molestias a la ya agotada Amalia. Los viejos tenían prohibición de enfermarse, caerse, equivocarse, discutir, hablar mucho o meter ruido cuando la dulce hija se encontraba en casa, después de la pega o los fines de semana. Por otra parte, ella hacia sentir cada gesto, cada dedo que movía en favor de sus padres, como muestra de su alma generosa y sacrificada. También encontró gratificante ampliar esta información a sus amigos y cercanos, tiñendo sus comentarios con un carácter heroico, propio de santos que se entregan al sacrificio.
Y así Amalia bambolea su humanidad en un mundo igualmente indiferente que hace tiempo dejó de creerle.
AOC.©.2013
Gráfica: Paco Luque

domingo, 6 de enero de 2013

Ropa ajena




El supremo olvido
se lleva los tesoros,
los sueños callados,
la acumulación de intereses.

Ahora solo soy un fantasma,
uno de ayer
que nadie quiere ver hoy,
arreglado provisionalmente
para usar la ropa
de los que no vuelven.

Hay un silencio
tan espantoso en el mundo,
lleno de escapularios,
rosarios y oraciones
para que las culpas
propias pasen a manos ajenas
por esos intrusos
que usan mi ropa.

Yo he pegado voces
a la niebla de la noche
lo he ocultado después
al fondo del pasillo.

El reloj rasca
con voz áspera 
las horas irrecuperables,
montando guardia
junto a aquellos que ya no rezan,
que se dicen la verdad
y duermen para olvidarse del mundo.

AOC.©.2013


Gráfica: Mahir Ates // Stanislav Sugintas // Zhaomig Wu



miércoles, 2 de enero de 2013

Tejidos




Las puntadas largas
aferran sus tentáculos
al tejido,
invisibles cierran heridas,
forados vacíos
que como bostezo
abren la trama
con profundas transparencias
que cuelan sus secretos
al rescoldo del olvido.

Y uno se pregunta:
cuando la calidad del zurcido
reemplaza la tela herida?
siempre detrás 
esta el forado,
la secreta huella palpitante
que se cuela hasta el fondo
hasta traspasar la vida.

AOC.©.2012



Gráfica: Alexander Voronkov // Mahir Ates // Mondrian

Despedida

Llevo 6 o 7 años publicando mis escritos y poesía con palabras similares, contenidos similares, con gráfica orientada siempre a una visió...