Mis delirios

Extrañas historias

emergen en transparentes

esferas

donde tu pobre honor

se torna polvo

y cenizas mi esperanza,

desnudos de alas

con los rostros

vueltos hacia la noche,

hacia el vacío
obligados a escalar el viento.

He venido a esta tierra

como una caja cerrada,
mutilada de palabras,

con esa atención sombría

de quien contempla la pared

o un frío espejo,

acunada por siempre
en la cueva del destino,

estacionada

al otro lado del telón

donde se escuchan cantarinos

los rugidos de tormentas.

AOC. 2013

Gráfiaca: Henri Sender // Gregory Colbert

Henri Sender // Celal Ozdemir

Tripulantes

La larga

vida de a dos

modela, cambia,

tiñe,

cansa

y resucita cada mañana.

Como redondos guijarros 

se acumulan tiempo,

historias y silencios.

La música,

lo que se encuentra

en una esquina,

las voces sin sentido

que trae el viento, 

la imágenes,

las palabras

se acumulan

en ese mundo secreto

de a dos.

Errores y aciertos,

miradas cómplices,

pasillos secretos

 con contraseñas sutiles, misteriosas,

crean la gran trama

de luces y sombras

del tejido de a dos,

que al final de cada día,

siempre vale la pena.

AOC.©.2013

Gráfica: Ron Hicks.

Lo de abajo

Un deseo de ayer

espolonea aun

su osamenta viviente.

Quien entre estos mortales

comprende mis piruetas?

Aproximando las nubes

libero el rayo

con una voz opaca

turbada y dulce

que deja sentir tu presencia,

como un hálito,

como el roce

de un vivo rayo de luz.

La tregua de silencio

se impone,

desde lo alto 

de mi serena ignorancia;

veo lo que veo,

y sé lo que sé,

perseguida

por esa virtud sublime

de acunar el dolor

y el frío.

AOC.©.2013

Gráfica: Stanko Abadzic // Stanislav Sugintas // Ron Hicks // Richard Blouin

Aleteos

En mi prisión

hago curas diarias de oscuridad,

de silencios relativos,

de olvidos, de lágrimas

y me detengo con paso leve

como un frágil atleta de la vida.

Un rayo de sol

pone una luz cruda, dramática,

y una tormenta

se arrincona

en un pedazo de cielo,

la confusión,

la inquietud de dudar,

por un instante 

estar soñando,

o estar elevándose 

como una burbuja

camino al sol,

insensible a la idea

de una caída, del vértigo,

adaptada para siempre

al milagro de volar.

AOC.©.2013

Gráfica: Vladimir Clavijo // Vito Campanella // Viola Dana // Stanislav Sigintas

Bola de sebo

Sumergida

en el poblado mundo

de gente sin imaginación,

orientadas a la contemplación

de sus propios ombligos;

corremos con ruido de rebaño

hacia una meta invisible

 allá abajo.

Gorda

desde la comisura

de los labios.

Pobre

hasta la humillación.

Empollando

odios ligeros, redondos,

privativos de razón;

cómplice de una vida

que cada minuto

irremediablemente la destiñe.

Tocada

por un vacío norte,

hijo del viento.

Fermentada

en yuyos frescos

que alivianan las fe de erratas

que insistentes

se marcan entre ceja y ceja

... y dejan caer

un resumen breve

para una lápida.

AOC.©.2013

Gráfica : Irene Sheri // 2 y 3 Yuri Laptev // Yana Fefelova

Zurciendo años

La vejez

instala la certeza

de antiguos miedos

y atrinchera las almas

en pretextos, excusas,

salidas fáciles.

Egos heridos,

no saben como vender

las hilachas

de sus viejos cuerpos,

ignoran que van paso a paso

hacia la oscuridad,

donde el movimiento real

es la única verdad.

El tiempo

parece sumergirse

en jornadas de retraimiento,

de inmovilidad, de ahogo,

de decepción.

Se llena el aire

de un temblor

de cosas que se fugan

con la vacilación ligera;

el capricho irrefrenable

de una ola

que quiere volar,

y un reloj con triste acento

anuncia el mediodía.

AOC.©.2013

Gráfica: Xue Jiye // Xi Pan // Vito Campanella // George Holz

Animitas de carretera

La línea asfaltica

se prolonga

como un sin fin

salpicado de destinos

de paraderos

de accesos, de peajes

bifurcaciones,

caminos secundarios,

una red ajena, extensa,

movible, ligera.

Un golpe seco

detiene para siempre

el movimiento,

el destino deja de existir,

lo fugaz

se amalgama

justo en ese kilometro,

de un zarpazo

se queda con la vida.

Mas tarde

alguien levanta

una animita,

una casa

de almas ausentes

que marcan

con lineas invisibles

el corte,

el paradero sin retorno,

y miran blancas y quietas

la velocidad ignorante

de los vivos

que persiguen hipnotizados

la interminable huincha negra

que transporta la vida

en una burbuja de fragilidad.

AOC.©.2013

Gráfica: fotos de la red.