Ola recién surcada

El viejo recorrido

de las palabras

guardan silencio

para seguir ese hilillo de agua

que serpentea

en un bosque de renovales

aferrados al misterio

de una nueva esperanza.

Los sueños borbotean

como plasma de otras sombras

mostrando desnuda la cara

de todas las negaciones,

buscando estrellas entre lombrices.

Los lastres de plegarias

con castillos de aire

en la punta de la lengua,

pavimentan los senderos

con pegajosas humillaciones.

Callada he cultivado

el arte del mal tejer y de teñir nubes,

solo para llevarme a casa

unos mal estibados

botines melancólicos.

AOC.©.2012

Gráfica: Minjae Lee // Laura Zalenga // Nicolai Troshinsky

Herencias pobres

Con épica complacencia

mis huesos vulnerables

van al encuentro de la noche,

con sus olas de días obligados;

debajo de la poblada herrumbre

la dura carne del hierro

es capaz de sentir

el pulso cautivador de un beso.

Acostumbrada a vivir

en linea recta

como si tuviera algo

de árbol chúcaro y río profundo

dudando entre aspiraciones y realidades.

A punta de pobres herencias

he perdido la facultad material

de estar presente

en esta naturaleza compleja

y difícil de cernir,

sujeta perpetuamente

a una parásita penumbra

que sueña su propia noche,

palpando a tientas

la frescura anticipada

de la lluvia.

AOC.®.2012

Gráfica: Rory Kurtz // Serhiy Reznichenko // Mark Ryden

Inmolaciones

Incubando días iguales,

anidando bosques inocuos,

persiguiendo soles que sin asco

el mar se traga

para construir oscuridad,

como un sueño prolongado,

como una derrota congenita.

Sumergida en una sólida

transparencia,

limpiando pequeñas

basuras de silencio,

con un llanto afilado

y repentino como cristal roto;

así voy.

En la olla

se acumulan caldos

de claro-oscuro,

persecuciones, obsesiones,

realidades alegres y funestas,

monótonas y apasionadas,

cocinado todo
en un miasma de ideas que me cuento,
como vida,

como esa orilla en la que me ahogo.

AOC.®.2012 

gráfica: Mel Kadel // Minjae Lee // Nicolai Troshinsky

Trascendencia

En el enorme terreno baldío

donde agonizan los afectos,

bajo un duro sol

que reparte sus bravatas de fuego,

golpea con sincera rabia

un calcinado

agujero de tiempo.

Tanta vida gastada

en una inmortal trascendencia,

más allá del templado

pulso de las estrellas,

como si nadie escuchara

los relojes que miden

el ritmo marcado y minucioso

que se va convirtiendo en polvo.

Poblada por un natural espanto

frente al vacío,

entre mis brazos

la medida exacta de tu ausencia

que se desgaja de toda

palabra de consuelo,

enredada para siempre

en un juego sin nombre

bajo el impacto secular de la lluvia.

AOC.©.2012

 Gráfica: Vitaly Samarin // Vania Zouravliov // Roger Ibañez

Punto de referencia

Una poza de miel

que exhala tristeza,

un Dios entre dos odios,

lágrimas que solo dejan preguntas,

una aguda cadena

tejida con los siglos,

una trampa del azar;

es solo la noche

ahí debajo de un reguero de estrellas.

Algo que se pronuncia

como un vacío

ha estado conmigo,

hundido en la noche liquida

del vientre materno,

que se remonta por las ramas

de antiguas madres;

en el misterioso itinerario ancestral

que se presenta ahora

doloroso y verdadero,

justo donde el tiempo se detiene

al borde de la madrugada

hundido en el agua de los sueños.

 AOC.®.2012

Gráfica: Lina Bodén // Erika Kuhn / / Rembrandt

Desconocimiento de lo obvio

Con una furia de niño sonámbulo,

rebelde,
 a la verdad que se le planta enfrente,

que se le amarra al cuerpo

con tenacidad y constancia imperturbable,

solo se le interpone la tumba.

Al fondo de su desgarradora oscuridad

va cortando contra su propia sombra,

la figura variable del dolor

que se pierde al fondo del color petrificado

de sus ojos lunares

espesos, intangibles.

Algo bajo la piel

se  ha desadaptado

de su estructura material de hombre,

como un guerrero

disuelto en el tiempo,

aferrado a su armadura

soflamada por el rencor del sol,

esperando una lluvia que jamás llega.

AOC.®.2012

Gráfica: Russ Mills 1 y 3 // Tamara de Lempicka

Luz esquiva

Siempre buscando en una luz

el rumbo del espejo

la huella repetida de mi rostro,

ese apretujado universo de tejidos,

en hilos de mundos menores,

ese pedazo de mi propio nombre

que de tanto acentuarse, sobra,

como un reloj golpeando el silencio.

Un miedo redondo,

un pedazo de barro,

arcilla de mi misma

con los parpados estremecidos de lluvia

y un tacto sensible

a la frescura anticipada.

Repetida en un reflejo intangible,

inespecial, inexistente

donde la noche 

quedó temblando adentro,

en la irrevocable 

soledad del cuerpo.

AOC.®.2012

 

Gráfica:  Rene Gruau // Thomas Saliot // Rowena  Waack

Humo

La rabia retuerce

el dibujo de una sombra

como miga en busca de su pan,

en la escondida senda de una ola

donde solo los volcanes dominan sus secretos.

El humo bruñido por la costumbre

pugna por danzar

y crece hacia el viento

a fin de anunciarse moribundo

disolviendose en el paisaje,

en el fugaz aspecto

de lo aparente y lo supuesto.

Mis insterticios de amor y de odio

se perpetuan en este espacio

que no puede desprenderse

de sus ruidos,

con ese llanto

que rema por la sangre

encerrada para siempre

en un claustral aroma. 

AOC.©.2012

Gráfica : Cleonique Hilsaca // Lina Bodén // Minni Havas

Irremediable

Alguna vez he de hacer

algo imperdonable,

solo para seguir viviendo

y seguir tu vacío moribundo

pegada a tus pupilas

como fanal de un destino incierto.

En las tostadas islas subterraneas

donde graznan nuestros desencuentros

he tanteado tus reveses

como una posa de sangre

que exhala sollozos

grávidos de muerte,

como un gigante herido

que anida en mi orilla.

Te reconozco en ese olor

a tierra perdida

en el adusto almácigo

del tiempo,

en la placenta negra

de la noche.

Como desconocidos

esgrimimos la mutua desconfianza

como una provocación del azar

que se interpone

con su atado de huesos,

con esa sombra incierta

que vigila desde lo más oscuro de la vida

sin jamás decir palabra.

AOC.©.2012

Gráfica: Rene Gruau 1 y 3 // Nicolai Iroshinsky