Como besadora célebre
esparzo mi languidez y entrega
en mis ósculos que deambulan
por los colores sepia
de transitadas historias.
Cada beso insinúa
más de lo que aparenta,
se esparce como secuela
de una gripe antigua
o recipiente de aguas
subterráneas.
La sospecha
se deja caer en los labios
teñidos de rojo
por una barrosa patina
con sabor a tiempo.
Dueña soy
de besos colgantes
que penden de la nariz
eternamente
sin rozar jamás
el labio deseado.
AOC.2014. Octubre
Gráfica: Geof Kern // Emma Leonard // Juan Carlos Manjarrez