domingo, 29 de mayo de 2011

Pena de otoño





Los murales empiezan a ser despegados
miles de cosas son puestas en cajas
perfectamente clasificadas y selladas,
los muros toman otra apariencia,
los espacios poco a poco van quedando vacíos.
Recorto tu silueta
estas tristes, quizás cansado.
No tengo demasiados argumentos
para rescatarte de tu alfombra roja,
tu ventana hacia el patio de piedras plomizas.
Podría ser esta una mañana fría
llena de silencios
y calles solitarias,
descolgar nuestros abrigos
y olvidarnos de estas muralla
y de tu pena de otoño
que huele a hoja seca
soñando con caer lentamente
sobre la tierra húmeda.

A.O.C. ® 2011



Gráfica Malcom Liepke - Alisa Vernr - Aya Kato

miércoles, 25 de mayo de 2011

Memorias del espejo



La idea que tengo de mí no tiene nada que ver con mi perfil, ese rostro de medio lado donde se alarga la nariz, la pera, el cuello dramáticamente delata los años, las notorias arrugas que se dibujan en los ojos son mucho más evidentes; normalmente en el imaginario intimo la cara que veo va con el rostro de frente, lleno de todos los gestos aprendidos y pensados para que el que me mira vea eso, lo que he memorizado de tanto mirarme, de ensayar miradas, ojitos, boquitas; por alguna razón he olvidado por completo mis costados.
Y entre lados y costados está también nuestra nuca, su imagen habla otro idioma, algunos cargan con una marcada cerviz de lagarto que delinea todo el cuerpo, otros llevan en su espalda las robustas formas de un toro, y los más afortunados llevan una cabeza redonda y perfecta sobre un bien perfilado cuello, y quedan las cabezas planas que pasan de largo por el cuello y espalda y muchas veces terminan recién en los tobillos.
A mi, particularmente, no me resulta simpático tanto perfil como espalda, cada uno con sus falencias, la falta de redondez de mi nuca siempre me ha torturado haciendo que pasen de largo cintillos y pañuelos; los cintillos se me recogen sin piedad, para que decir del pelo chuzo que cae sin gracia sobre la nuca y ese perfil de aguzadas lineas me hablan poco de quien soy, es la extraña que me mira de reojo y yo desconfió, siempre desconfío.

AOC.®.2011
Gráfica: Annie Owens.

domingo, 22 de mayo de 2011

Ejecicios de paciencia


La espera es siempre hacia un tiempo del mañana, seria bueno que Amanda lo entendiera, es tan normal que cada dos pasos cierre el horizonte y se precipite en una impaciencia llena de fuego y rabia. Entender que en algún momento del año llueve copiosamente, justo a su debido tiempo, tiempo que se debe aguardar que no se puede forzar. Amanda debe escudriñar en su corazón y entender que la espera no es esperanza vacía, que es necesario tener la certeza interior de llegar a la meta. La verdadera fuerza no se precipita, puede aguardar, la debilidad, sin embargo, es total agitación.
La explosiva química de Amanda suele ponerla fuera de si, cada vez que el camino se tuerce o los acontecimientos se oponen y esta impaciencia la deja totalmente ciega. Aunque, trabajosamente, Amanda cultiva la fuerza que le permita enfrentar su destino como es y sabe que es necesario tener el valor de mirar las cosas tal como son, sin engaños ni ilusión y desde los acontecimientos claros es posible ver la luz que enseña el camino. El destino llega como la lluvia, hay que saber esperarla y no intentar darle forma al devenir.

AOC.®.2011
Fotografia: Antonia Obiol - lugar: taller del Tata Chuma.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Va y ven




Aunque empujes al viento
yo soplo a través de ti,
desde el comienzo
mi mirada se acomodó
a tu mirada.

Llegó el amanecer,
este aire de primavera
se ha desvanecido,
tus pasos se van
con el rodar de las hojas.

Solo soy una corriente
que perturba el sueño y las sombras
con imagenes errantes y dispersas
que provienen de latidos lejanos.

La muerte se precipita
garganta abajo
sujeta a una paz
que parece ser arrastrada
en un caos de relojes,
dejando una eterna estela
de hombres tristes.

Por otro lado
la razón se atrinchera
en su propio cielo recurrente,
buscando antiguos rieles de locura
que por fin la dejen a salvo
en una esquina.

AOC.®.2011




Gráfica: Magdalena Migas - Linda Cosgrove - Kmye Chan.

domingo, 15 de mayo de 2011

Tarde de olvidos




Esta oscuridad lo retiene todo
cada recodo susurra,
qué mano me pulsa
formando este sonido?,
las sombras cobran forma
ya no voy hacia el tiempo,
estos ojos buscan algo más que ojos
en este aire nocturno que todo lo oculta.

Mirarte
es haber salvado la vida
en alguna guerra,
como salido de un templo
de oscuras enredaderas,
y desde el fondo
sumergido en la fidelidad de tus costumbres,
vengando en otros tus derrotas.

No me llevo conmigo los recuerdos,
la soledad de las lluvias
se marchan con los ríos;
el permanecer
está en ninguna parte
y en un profundo hálito
me desprendo dulcemente de los torrentes
en una mirada nueva,
cálida y fugitiva.

AOC.®.2011




Gráfica: Malcom Liepkel - Patricio Suarez - Szumowska.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Ser y tiempo, solo tiempo


El tiempo viaja en doble sentido, en velocidad lenta, morbosamente lenta, carente de acontecimientos, somnoliento, que parece moverse entre la adormecida realidad y el sueño, donde el cuerpo pesa hasta la conciencia, donde el insignificante pecado de una cucharada de más suma kilos a los viejos huesos; y está el otro tiempo, el que viaja a prisa y se lleva todo, sobretodo la vida, donde siempre es tarde para lo que no alcanzó a ser, un tiempo que traga y pisa los talones; no importa la velocidad que se le imprima al cuerpo y al alma, siempre es tarde, los minutos se cumplen con todos sus segundos, donde después de la maduración, necesariamente viene la podredumbre, lo avinagrado de un tiempo mejor, y entonces,se pasa de ser demasiado joven a ser demasiado viejo en un abrir y cerrar de ojos, algunas veces se aprende en este viaje o simplemente no se aprende nada... muchas veces la incongruencia se lleva los días, inexorablemente.
Por otra parte, todo tiene que estar en movimiento, de lo contrario se acumula, se juntan platos de una comida ya realizada y pronto viene la otra comida y más platos, y el polvo en los muebles, la pelusa en el piso, la cuentas, y otros gastos; al final la misma culebra tragandose su cola, esperando el amarillo tiempo de la nada que explique la inutilidad de tantas horas.

AOC.®.2011
Fotografia, Antonia Obiol, localidad El Ingenio.

domingo, 8 de mayo de 2011

El pintor de Rengifo


Nunca tuvo mucha escuela, pero tenia la firme convicción de ser un pintor de talento, intentó dos veces juntar los puntos necesarios para estudiar arte y no lo logró, así que, siguiendo a un viejo amor, tomó sus pertenencias y se fue a Europa; a una amiga le confesó que para el seria fácil su permanencia en el viejo continente debido a que era rubio de ojos azules (que la mayoría del tiempo se veían verdes).
En su recorrido perfeccionó sus habilidades haciendo copias de obras famosas, artes con tiza que dibujaba en las veredas y le permitian obtener algunas monedas para pagar la olla. Pero más temprano que tarde su musa amada lo dejó por otro talentoso que ofrecía una mejor performance.
Nadie recuerda con precisión cuanto duró el perfeccionamiento del artista, pero un día las calles de Santiago lo recibieron nuevamente, llegó imbuido de un nuevo aire, dueño de técnicas nuevas, ahora su arte se abocaba única y exclusivamente a pintar cielos, cielos nublados, despejados, parciales y en todos sus colores, técnica tan difícil como pintar el mar. Inspirado en el Necronomicón de Lovecraft inició la recopilación de todos los cielos para conformar el libro único de los cielos secretos.
También, en el trayecto, se casó con la hija de un famoso escritor local, que sucumbió ante la sombra del padre, principalmente por su escaso talento. Concibieron un hijo dueño de un ego desmedido al que les ha sido difícil mantener contento.
En una calle de Santiago, en una antigua casa de la calle Rengifo se lee en una placa:
RODRIGO PEREIRA LOPEZ - Pintor
Se pintan todo tipo de cielos.

AOC.®.2011
Gráfica: Zdzislaw Beksinski

miércoles, 4 de mayo de 2011

Otoño




Es un pequeño acto
este de perderme
en el recorrido paisaje
donde los árboles dejan caer sus hojas
como lágrimas de otoño.

Todo se irá en la caída,
no hago más que rociar de aire
esta agonía que sustenta la vida
en un ruego tembloroso
de éste mi llanto originario.

Estoy atada a este gesto, a esta imagen
me exhalo a mi misma,
me disipo, me evaporo,
llevo siglos girando
en un rincón extraño y mudo
como un ciego pájaro engañado por el sol.

Y sigo deseando los deseos,
he visto tus ojos al pasar el viento
como aves del alma
sin que ningún sentimiento las conduzcan,
los ojos velados en tu propia hondura,
y en cada paso pierdo lo antiguo
hoja a hoja
en un día pálido y medroso.

AOC.®.2011



Gráfica:Lisa Billvik - Klinger - Leapin Malcom.

domingo, 1 de mayo de 2011

La eliminación de los feos




- Tengo un adiós de repente...
Por alguna bendita lesera el pequeño mundo orbital de Sara, se pobló de almas feas, cuerpos opacos que se tragan la luz, así que, escoba en mano, Sara decidió hacer un aseo profundo a su querencia; usando el método Martín Vargas que "a los golpes del rival él le esquiva, le resbala" y agregando un ligero golpe enviar el bulto a la red del olvido.
Los primeros en ser conminados a partir son la pareja de hermanos Rosita y Roman, dos cínicos mentirosos y angulientos, con perpetua hambre de fiestas y eternos carretes, con grandes vacíos de alma que parcialmente llena una dosis de copete, aunque al parecer les adormece a la bestia por el periodo que dura el efecto.
Siguiendo con el aseo, viene Arredondo, simpático, encantador de mujeres (según él), amigo leal, hombre servicial, generoso. Todas mentiras de pantalla para un cobarde, asolapado y acomplejado.
También le toca a la familia, mal profundo y de dolorosa extracción, el cuñado de Sara, hombre miedoso, aparentador, dueño de un arraigado doble discurso, atrincherado en las faldas de su descarada e inescrupulosa mujer... y en las faldas de la Iglesia Catolica; un hombre lleno de silenciosos vetos e incapaz de decir a la cara lo que siente y lo que quiere.
Y también se llama a retiro al querible gordito, difuncional y mentiroso, escamoteador de afectos.
Y por ultimo, la antigua vecina, mujer débil, víctima de los acontecimientos, imposibilitada de mirarse, dueña de una idea modelo de si misma que le impide ver su realidad y corregirla, carente total de autocritica, dada a tergiversar las cosas; la mayoría del tiempo es la heroína de sus historias, todos quienes la conocen "la adoran".
Sara está consiente que aun pueden quedar pelusas bajo la cama donde se acumula ese polvo de viento barato, también sabe que después puede ser tarde y acumular sin razón un montón de nada, una inútil colección de ilusiones perdidas.
AOC.®.2011

Despedida

Llevo 6 o 7 años publicando mis escritos y poesía con palabras similares, contenidos similares, con gráfica orientada siempre a una visió...