Soy el único juguete
de estas máscaras,
consumida hasta el fondo
de mis frases perdidas,
y cuando camino,
adquiero esa transparencia absoluta
de la palabra ajena.
de la palabra ajena.
Los solsticios cuajan,
un dolor difuso
que llama a mis abismos;
han caído en mis manos
las noches nudosas,
anteriores a estos relámpagos.
Se llega al sol
por encantamiento,
como lluvia atemorizada
que construye puentes erráticos.
AOC.2014
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