domingo, 23 de noviembre de 2014

La santidad de la mentira





Pequeñas almas pululan
inamovibles, carentes de evolución,
de cuestionamiento,
de modificación,
dueños de una cuota de poder
para despreciar y sojuzgar,
propietarios de palabras menores
con letras grandes;
entonces la veleidosa asimetría
me deja fuera
como lector de frases heridas.

Miento ilusionada
a quien me miente,
hábil como especialista
en charcos y nubes;
alojada a perpetuidad en esa costumbre
de atraer
a esos espíritus
asiduos visitantes de la aridez
de invernaderos olvidados,
generosos en la cantinela
nebulosa de la dádiva,
compradores compulsivos
de estruendos
que llenan de ruido
mis silencios.

AOC.2014


Gráfica: Hayde Crawford // Helena Lam // Hsiao-Ron-Cheng

2 comentarios:

Chaly Vera dijo...

Yo no miento (a veces no queda mas remedio), digo, no miento, pero lo digo de tal manera que creen que es mentira. Esta es la única manera de decir la verdad.

Besos

antonia obiol y corcoll dijo...

Verdad y mentira tejen la larga trenza de la vida...

Ante la estigmatización de mi blog me he mudado a http://pactodeluna.blogspot.com/

Lo espero en mi nueva dirección

Cariños
Antonia

Despedida

Llevo 6 o 7 años publicando mis escritos y poesía con palabras similares, contenidos similares, con gráfica orientada siempre a una visió...