

Y fue un hilo curao
que ásperamente cercenó los recuerdos,
soltó al aire mi viejo volantín,
mil veces remendado,
con su larga cola de recados,
colgados como pensamientos.
Fue el viento
con manos diestras
que lo jaló, suspendió, arrastró
a montañas lejanas.
Fue la lluvia
con sus lágrimas
la que ablandó su piel,
y lo hizo pesado, débil.
El sol transformó en llagas
las heridas,
partió con gruesos cordones
la piel castigada
del gallardo pájaro de papel.
Pero fue la tierra
quien acudió a acunarlo
y lo sumergió para siempre
en el sueño profundo y perfumado
de una ronda de ilusiones.
AOC.®.2011
que ásperamente cercenó los recuerdos,
soltó al aire mi viejo volantín,
mil veces remendado,
con su larga cola de recados,
colgados como pensamientos.
Fue el viento
con manos diestras
que lo jaló, suspendió, arrastró
a montañas lejanas.
Fue la lluvia
con sus lágrimas
la que ablandó su piel,
y lo hizo pesado, débil.
El sol transformó en llagas
las heridas,
partió con gruesos cordones
la piel castigada
del gallardo pájaro de papel.
Pero fue la tierra
quien acudió a acunarlo
y lo sumergió para siempre
en el sueño profundo y perfumado
de una ronda de ilusiones.
AOC.®.2011

Gráfica: JAYNE Faityland / JAYNE vintagee / JAYNE Glam.
2 comentarios:
Ya en tierra tierra tal vez pueda ser reconstruído y acondicionado para un nuevo vuelo… o dado por sujeto de olvido y melancolía.
La vida en tierra es un veredicto fluctuante, esperanzador y agónico.
Besos voladores,
D.
No se por cuantos años elevamos un gigante volantin construido por mi tata Chuma, era tan grande que el carrete del hilo debia estar atado a una pesada mesa... yo nunca tuve suerte con los volantines, apenas me veian se tiraban de nariz al suelo... probablemente la tierra sea el cielo de mis volantines...
Cariñosos y elevados besos.
AOC.
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