

Son esos tiempos verdes
que germinan en una luz cenital
sin sombras,
mirando el agua quieta
de ese profundo lago.
La vida acumula sus aguas
en el inquietante río
donde se horadan las piedras
propias y ajenas.
Y esa sombra descomunal
tendida sobre el suelo
corre conmigo,
tras mis pasos
que silenciosos se sumergen
en esa oscura linea asfáltica
de la profunda ruta del sueño.
Nuevamente el otoño desciende
con su olor a tibia humedad
de hojas desfallecientes,
y ese sol extenuado, anémico
envuelve a la poesía
en una fría cazuela de ave
con su caldo transparente y solitario.
AOC.®.2011
que germinan en una luz cenital
sin sombras,
mirando el agua quieta
de ese profundo lago.
La vida acumula sus aguas
en el inquietante río
donde se horadan las piedras
propias y ajenas.
Y esa sombra descomunal
tendida sobre el suelo
corre conmigo,
tras mis pasos
que silenciosos se sumergen
en esa oscura linea asfáltica
de la profunda ruta del sueño.
Nuevamente el otoño desciende
con su olor a tibia humedad
de hojas desfallecientes,
y ese sol extenuado, anémico
envuelve a la poesía
en una fría cazuela de ave
con su caldo transparente y solitario.
AOC.®.2011

Gráfica: Lidia Calibatas - Jennifer Sprigman - Tatyana Kartasheva.
2 comentarios:
El fin de un tiempo es el fin de todos los tiempos… lo sabrá ese emplumado que dio su pellejo para que en la mesa de uno nade una docena lamparones de su vida entre rodajas de zanahorias.
Feliz otoño,
D.
El fin de los tiempos puede ser un buen caldo, reconfortante para un hambriento en un dia especialmente frio, un día sin sombras, plano y humedo.
Emplumados besos
AOc.
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