

Mi canto de ballena
se pierde en un mar sordo,
me disuelvo
en el cielo amarillo
de las palabras,
absolutamente lejos
de la significancia,
del encuentro.
Se amoratan los labios
en un acto de contención,
los ojos se incrustan
en el pavimento,
las introvertidas lágrimas
bañan otros universos,
y la figura pasajera de la vida
hace señas
desde la otra vereda.
Acaramelados besos
envejecen en la vitrina
de un almacén de nimiedades.
Desde el fondo,
el pulso mantiene la cuerda,
obligando al ojo
a otro amanecer...
AOC.©.2010
se pierde en un mar sordo,
me disuelvo
en el cielo amarillo
de las palabras,
absolutamente lejos
de la significancia,
del encuentro.
Se amoratan los labios
en un acto de contención,
los ojos se incrustan
en el pavimento,
las introvertidas lágrimas
bañan otros universos,
y la figura pasajera de la vida
hace señas
desde la otra vereda.
Acaramelados besos
envejecen en la vitrina
de un almacén de nimiedades.
Desde el fondo,
el pulso mantiene la cuerda,
obligando al ojo
a otro amanecer...
AOC.©.2010

Ilustraciones: Lakhsmita Indira / Conrad Roset / Charles Vassier (retrato de Nadia Leger).
2 comentarios:
Cuántos afueras perecen adentro...
D.
El pulso parece ser el acompasado motor que marca la existencia del viaje... tum, tum, tum.
Besos
AOC.
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