domingo, 21 de noviembre de 2010

Senderos de espuma.


La observación del paisaje, de los colores, del entorno opaco o luminoso de las cosas siempre ha sido para Mária gratificante, recorrer caminos, descubrir secretos senderos, ver que un cambio de luz, de brisa, de temperatura entregan una nueva lectura al alma.
El domingo el día estaba precioso, además prometía una hermosa luna llena, ella cargó su autito, planeo el itinerario y decidió invitar a Rebeca a compartir el paseo. Poco a poco Rebeca empezó a llenar el espacio con una cháchara autorreferente, llena de los detalles intrascendentes de su vida; lo que ella dijo como buena heroína de su mejor película. En algún momento Mária observó en el paisaje una pareja de loicas en pleno cortejo y una avenida de álamos que se perdía a orillas de un riachuelo; el solitario y campestre camino que seguían Mária y Rebeca orillaba un cerro y entre curvas y pendientes y ofrecía una privilegiada vista al valle, que se llenaba de colores con la primavera. Rebeca, sin embargo, parecía ciega ante el espectáculo y logro teñir el ambiente con una película de prepotente y vulgar lesera, el foco de su cháchara por momentos fue comida y sexo, las dos en cantidades abundantes y groseras: todo podía ser engullido por ella.
Cuando la noche caía y el cielo premiaba la vista con una gigantesca luna llena que convertía a las montañas en blancas elevaciones, Rebeca terminó de empapelar el mundo circundante con descalificaciones personales y para cerrar la seguidilla de agresiones, colocaba alguna frase orientada a crear la idea del perdón, asentado en el enorme cariño que ella prodigaba.
El regreso fue taciturno y silencioso y por suerte para Mária fue más rápido de lo que pensaba, aun asi le quedo en el alma, por muchos días, ese desagradable sabor de la prepotencia alcohólica que puede transformar gigantes paisajes en solo sombras sin significado....

AOC.©.2010 Ilustración: Natalie Shau.

2 comentarios:

Daniel Os dijo...

Otro horrible caso de un maravilloso espectáculo natural alterado por la presencia humana. ¿No había cómo saber de antemano lo inconveniente de hacerse acompañar por Rebeca?

Qué pena,
D.

antonia obiol y corcoll dijo...

Yo creo que la mayor parte del tiempo conocemos a nuestros amigos y creemos en ellos y les queremos y tambien olvidamos cuan horribles pueden ser...

Cariñosos besos
AOC.

Despedida

Llevo 6 o 7 años publicando mis escritos y poesía con palabras similares, contenidos similares, con gráfica orientada siempre a una visió...