domingo, 24 de octubre de 2010

Bicentenario


Raúl Rodriguez viene de buena familia, fue educado en colegio ingles, es bien parecido y muy piola. Siempre le quedó bien acompañar a grandes personajes, sobre todo en giras, solucionar sus problemas y satisfacer sus necesidades; a Raúl le gustaba esta presencia incógnita, detrás de los famosos, de alguna manera esto lo hacia sentirse en parte ídolo, no importa como fuera el personaje él debía crear empatia en un ambiente neutro que no incomodara a la celebridad en cuestión.
Aunque estos eran detalles técnicos, por dentro Raúl guardaba opiniones furiosas sobre algunos miembros de la farándula y uno que otro personaje público. Y en ese ir y venir fue que surgió esta pega de acompañar a este personaje, justo aquel que Raúl más odiaba; entonces con más tripas que corazón, Raúl apareció en las pantallas de todo el país, pulcro y ordenadito, justo atrasito del pro-hombre, él, el mejor de los adláteres del bicentenario...

AOC©2010
Ilustración: Rebecca.

4 comentarios:

Raúl Rodríguez dijo...

Sabemos que usted escribe ficción, que esas cosas no suceden en la vida real.

antonia obiol y corcoll dijo...

Raúl, suele ocurrir que siempre hay una sombra anonima detrás del prohombre...

Saludos
AOC.

Daniel Os dijo...

Me sientan mejor los colaboradores silentes que los impulsadores de caídas sostenidas con halagos vacíos. ¿Son comunes esos personajes tras los prohombres?
D.

antonia obiol y corcoll dijo...

me gusta pensar que un buen adláter solo facilita el movimiento del prohombre, las emociones no se tocan, dos seres puestos en un mismo lugar ignorantes de la condicion humana de cada uno...
AOC:

Despedida

Llevo 6 o 7 años publicando mis escritos y poesía con palabras similares, contenidos similares, con gráfica orientada siempre a una visió...