miércoles, 20 de octubre de 2010

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Se me va de las manos,
busco a tientas por el mundo
como una larga y ciega serpiente
que los juglares
agitan con cadencia
en el extremo de sus bastones.

Con un brillo fosfórico y demente
me sumerjo en aguas transparentes,
hablo con sus rumores
y ondulo con sus pliegues
en voces incomprensibles
al borde del abismo.

La arpía que habita en mi
suda el veneno
de mi extraño cariño,
no existe la palabra indiferencia
en mi natural apatía,
no sé querer
sin cuidar lo que quiero.

AOC.©.2010



Ilustraciones: Danni Shinya Luo - Melissa Peck

4 comentarios:

Daniel Os dijo...

Etiquétese como anguila más que como arpía, nadadora fluorescente.
D.

mária dijo...

Eso no es una arpía, eso es un pedazo de mujer.
Besos

antonia obiol y corcoll dijo...

Dan., gracias, eres todo un poeta... tambien me gustaria formar parte de algunos peces de la fauna abisal que cuentan con iluminación propia para conducirse por las oscuras profundidades.

iluminados besos
AOC.

antonia obiol y corcoll dijo...

Gracias Mária, que bueno que te guste.

Grandes besos para ti.
AOC.

Despedida

Llevo 6 o 7 años publicando mis escritos y poesía con palabras similares, contenidos similares, con gráfica orientada siempre a una visió...