domingo, 8 de agosto de 2010

Rodar



La gran rueda a que se someten los afectos de José Pedro, donde entran parientes, hijos, parejas, amigos, algunos conocidos y a los que él dice tener mucho cariño, es verdaderamente caprichosa y llena de sorpresas.
Esta pesada rueda de la fortuna circula por diferentes estaciones, todas ellas de distintos valores e intensidades de lo que se podría catalogar como afecto-premio; las intensidades mayores traen consigo visitas prolongadas, devoluciones de llamadas telefónicas o amplias respuestas a mensajes electrónicos, distintos regalos con carácter de ofrenda, permitir contar con él en eventos familiares, tengamos presente que estamos hablando de un ser superior e inapelable; los puntos intermedios de esta tómbola son más o menos los mismos premios pero mucho más esporádicos; y por último, la parte baja de esta tombola es simplemente la total ausencia de afectos y comunicaciones; el solo participar de este concurso debería considerarse como un premio en sí mismo; los concursantes deberán además entender que la posición que ocupen en la rueda no admite reclamaciones o cuestionamientos.
Y así pasa la vida de José Pedro sumando sus alegrías y rencores para luego mover la pesada rueda de sus amores que decidirá quien baja o quien sube.
Los que hemos sido queridos por José Pedro, sabemos que difícilmente corta el nexo, aunque estemos colgando de ese circulo, tenemos la esperanza de mañana poder estar más arriba, porque en el fondo sabemos que él sabe perdonar, desde su infinita inocencia..... el sabe perdonar.



AOC.©2010

Grafica de Abel Elizondo

Para escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=OXF2rQODAdU&playnext_from=TL&videos=W3ropTwItDQ

3 comentarios:

Daniel Os dijo...

¿Se tratará de esos personajes que se rodean de decenas y decenas de conocidos a quienes llaman amigos?
He conocido gente así, me han considerado amigo y me han ignorado como si apenas me conocieran… parece que sus afectos más que a una gran rueda nos sometemos a una montaña rusa de vértigos indeseados.
D.

antonia obiol y corcoll dijo...

Son adorables, profundamente inocentes, inapelables... dolorosamente amigos, mientras más se les quiere más duele la montaña rusa del cariño...

dos besos.

antonia obiol y corcoll dijo...

... les falta el sentido de la amistad y se rodean de penumbras para mostrarse profundos, como si temieran ser descubiertos en su vacio de tumba...

Despedida

Llevo 6 o 7 años publicando mis escritos y poesía con palabras similares, contenidos similares, con gráfica orientada siempre a una visió...