domingo, 8 de diciembre de 2013

Caparazón y paraguas





Mi lamento
es ya de tarde antigua,
mis gestos sonámbulos se deslizan
como quien espera en vano.

La noche reúne la casa y su silencio
en el lento circulo azul del tiempo,
y un ademán de adiós pasa por las hojas,
tan nítido y preciso
como el vacío.

Palabras desnudas se besan
en el rodar intacto del tiempo,
con sus vocales encadenadas al eco,
y esta alma de lagos secos y tristes
con su cuerpo de mohos
y aperos de fragua
persigue su cola
prisionera de su propia ronda.

He de hartarme
de mi propia agonía
aferrada a esa negrura de olvido;
el agua desnuda
mastica fragmentos de sueños,
tracto de signos
donde la periferia del ojo
rescata a un perdido ángel
que embelesado admira unas joyas falsas.

AOC.2013



Gráfica: De la red // Adams Martinakis // Rene Gruau

2 comentarios:

Chaly Vera dijo...

A veces quedarse quieto es la mejor solución.

Saludos

antonia obiol y corcoll dijo...

El I ching sugiere en muchos de sus movimientos "el quedarse quieto" como una solución valiosa.

Saludos Chaly


AOC.

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