Aún existiendo
ya no existes,
como esos antiguos
zapatitos de colores
que soportaron mis pasos
en otros tiempos.
La tempestad
se desvanece en el horizonte
de un cielo moribundo
con sus castillos de sombra,
dejando en su retirada
la leve sensación de una corriente estática
que se pega a la piel, casi invisible.
No traspasamos
la intimidad inquebrantable
de las cosas,
lo tuyo, lo mio,
lo cotidiano
que se guarda en los cajones,
lo que nos habita con detalles,
todos nuestros secretos olores
se los llevó el viento
en su alcancía rota.
AOC.®.2012
Gráfica:Jasper Goodall 1-2 // James Jean
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