Las formas
de una momia cristalizada
se toman el espacio seco
de mi desierto
con sus reverberantes límites.
Y al tiempo irremediablemente
se lo lleva la muerte,
por mientras tú consumes
las horas de tus días,
poseído por ese viento de eternidad
aterida, sombría de pecados
que esperan una absolución
en aquel viejo cortejo de frigidez e impotencia.
Estos antiguos hielos se derriten
llorando de frío,
como si se traspasara
ese umbral anímico
que nos hace impermeables
a los síntomas y misterios
que esconde la realidad
con su urdiembre de miedos.
Al final cerrar los ojos
para hacer más abstracta,
para hacer más radical
mi tristeza.
AOC.®2011
Gráfica: Arturo Elena // Jason Sillman // Aleksandra Marchocka.
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