domingo, 25 de septiembre de 2011

Harina de otro costal.





Me siento tan frecuentemente
abandonada,
tan gris,
tan sin ganas,
tan sin cajón...
la tristeza llena todo
de tristeza,
los deformes son mayoría.

Es solo cuestión de cuerpos,
de sombras sobre mis noches,
de terciopelo y voz;
me equivoco, me pierdo,
estoy tan lejos de mi,
tan abandonada
con tantos miedos,
mirando un sol amado
que quema mis ojos
y deja una sola vía
que avanza hacia una noche eterna.

Respiro
tan sin nada,
tan sin profesión,
sin poder salir del agua,
no surge la idea
de imaginar profundos cambios,
de reemplazar lágrimas,
si solamente el aire pesa una tonelada.
Pero...
nada está tan perdido;
en alguna parte
los hilos se convierten en puentes
bajo la misma huella
de asfalto.

AOC.®.2011



Grafica: Lorenzo Moya / Julie Heffernan / Jason Sillman.
http://youtu.be/HztDClhqqk0

2 comentarios:

D dijo...

hola. Del pesimismo primero siempre se ve una grieta al final, de luz o lo que sea, y el poema termina con esa posibilidad.
saludos

antonia obiol y corcoll dijo...

John, la vida es un movimiento constante con profundas grietas y clara luz. El pesimismo como tal no me resulta muy amigo, es como si premeditadamente pintara uno todo de negro, con el oscuro proposito de ver negro. Más bien me gusta dejarme habitar por profundas penas y tambien alegrias, maravillas pequeñas y gigantes, dejando asi que cada cosa encuentre su verdad y cada sentimiento se exprese en profundidad.

Saludos
AOC.

Despedida

Llevo 6 o 7 años publicando mis escritos y poesía con palabras similares, contenidos similares, con gráfica orientada siempre a una visió...