miércoles, 9 de febrero de 2011

Un DJ pueblerino


Manuel Rodriguez Monardez siempre fue un tipo con ideas especiales del mundo. Nació en una familia provinciana llena de orgullos y con un marcado gusto por la heráldica; él afirmaba que su apellido Monardez era con Z y estaba emparentado con las grandes fortunas del salitre, además eran originarios de antiguos linajes de las provincias Vascongadas, cosa que nunca se comprobó; en cambio, aseguraba que los Monardes con S eran simples pelafustanes y despacheros de los cuales no valía la pena ocuparse y le enfurecía cuando escribían su apellido con S. Su padre era un profesional con algún renombre en el pueblo, esto lo hacia dueño de un orgulloso prestigio, cosas que solo ocurren en provincia, donde las caras se buscan, se miran y se reconocen en la iglesia, la plaza, el Banco y en las calles del pueblo, donde todos son hijos de alguien.
Pasados los años la vida ha dado varios vuelcos para Manuel, vive en la ciudad, pero siempre ha acariciado aquella idea de ser hijo de alguien respetado en un mundo donde todos son nadie. Vive en un departamento de 1 ambiente en un barrio sobrepoblado y que él llama "barrio alto". Tiene muchos amigos pero pocos lo conocen, si es que alguien lo conoce. Desde pequeño ha cultivado el arte del mensaje subliminal. Alguna vez en su pueblo natal adornó las tardes de verano con música, la gente reconoció y aplaudió su modesto trabajo de DJ de plaza dominical. Manuel jamás se recuperó de aquel éxito local.
Hoy en día, YouTube es el mensajero subliminal y se dedica a enviar canciones llenas de contenidos románticos a quienes son abuelas que frisan los 55 y también los 60. En esta nueva dinámica Manuel envió a una amiga las selecciones "You Belong To Me" y "Perdóname mi vida", tiempo después otros amigos recibieron otros temas cargados de segundas lineas; son tantas las compuertas, las luces y sombras, ocultamientos con textos y sub textos que solo Manuel conoce el significado de ellos, en el supuesto que las cosas que emanan de él tengan un significado.
Son muchas las discretas y opacas luces de este pequeño espectaculo que Manuel produce, dirige y entrega a sus amigos y otros que no lo son tanto, con un solo objetivo, el aplauso agradecido de un publico mínimo, que sin embargo le basta para colmar un cachito de sus aspiraciones.
AOC.®.2011

Gráfica: Daniela Uhlig
Para escuchar: http://youtu.be/4RpKjK19mgA

2 comentarios:

Daniel Os dijo...

Pobre Manuel… lo aplaudo de corazón antes de que la ilustración de Daniela Uhlig pase a la siguiente escena… melancolía y prisa, qué combinación poco común.

Un beso,
D.

antonia obiol y corcoll dijo...

Las pulsiones del aplauso, el reconocimiento, la aceptación lleva a las almas a esperar en una esquina de la vida la moneda que alimente pequeños minutos de gloria...

Grandes besos

AOC.

Despedida

Llevo 6 o 7 años publicando mis escritos y poesía con palabras similares, contenidos similares, con gráfica orientada siempre a una visió...