
Y el camino baja, y todo es una hondonada. Un pequeño rincón. Nada más, el espacio necesario para guardar las imágenes recurrentes con que Matilda ha urdido una tela de reproches, como si la vida la llenara de incrustaciones que según el vaivén del día Matilda usa para lacerar su pequeña alma.
Las ideas empiezan pequeñitas, como un ligero sonido en un camino solitario, lentamente, paso a paso van creciendo; algunas imágenes solo tienen la intención de una mirada, o una frase que alguien soltó en una esquina de su viejo pueblo; una acusación infundada, una descalificación, un golpe, un grito... la movible trama crece hasta alcanzar el interruptor que gatilla la fría luz que expone las heridas como un desgarro.
Al final las lágrimas de Matilda amainan el dolor e igual como llegaron las imágenes, lentamente toman el camino a la hondonada esperando el nuevo ciclo recurrente de Matilda para salir nuevamente de su refugio de olvido...
AOC.©.2010
Grafica de Abigail Halpin
Para escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=Tt5lB-RoAi4
3 comentarios:
Efectivamente. La vida es todo: valles, abismos, montañas, llanuras y paraisos por los que tenemos que transitar de la mejor manera posible.
Las lágrimas siempre limpian y son necesarias.
Y la vida sigue.....
Un abrazo inmenso.
Gracias Mária por compartir este valle de letras...
Un beso grande para ti
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