martes, 12 de enero de 2010

Manos, piel, temperaturas





Hoy se esperan
35 grados
y es la temperatura justa
en la que se cocina
este devorador odio
que me tengo;
me haría explotar
por los aires,
no son casualidad
los afectos fallidos
las malas interpretaciones,
las miserables culpas...
y al final,
esa extraña infancia
de leche gorda
que se arraiga y se enquista
y todo lo tiñe.
Y me creció un tercer ojo
para mirarme
como me miran.
Y en este aceite
todo se cocina,
prendo con agua,
distorsiono;
y así me paso la vida
disolviéndome
en este brebaje
corrosivo e inútil...

A.O.C. 2010

2 comentarios:

Daniel Os dijo...

En otros hemisferios miden los 35º en Fahrenheit y con los dedos azules nadie se atreve a teclear los razonamientos que se helaron, las estalactitas de miseria que dentro del cráneo perforan el abrigo del recuerdo y el crujir oxidado de articulaciones amorosas que reclaman reposo, piden perdón y fingen lamentar no ser olvidadas.
D.

antonia obiol y corcoll dijo...

Que bien, no habia pensado en como se cocinarian esos humores en el otro extremo... un buen aceite de foca podria ser la base de esta cocineria... existen algunos venenos que sobreviven en temperaturas extremas y reaccionan con el viento... los mios los conservo en una acequia de aguas frescas y transparentes, son esos pelillos que bailan con el correr del liquido y se dejan mecer en una dorada siesta...

Besos

AOC

Despedida

Llevo 6 o 7 años publicando mis escritos y poesía con palabras similares, contenidos similares, con gráfica orientada siempre a una visió...