domingo, 17 de noviembre de 2013

Rompiente de olas




Resucitar a la muerte
le da a la vida
un pigmento
de atardecer ocre brillante
que sigue un pulso simétrico
y arma el tinglado del ocaso,
donde resulta práctico mantener
los ojos abiertos durante la caída.

No quiero ser cómplice
de estos fanales
que miran más allá
de tu cuerpo,
porque de indiferencia,
de murallas, de zapatos apretados,
de tardes largas y vacías
está hecha la muerte.

La mejor cita
resulta ser
un callejón sin salida,
con sus remolinos de ganchos
que cuelgan algo
tan lejano como la risa;
son solo extraños tripulantes
embarcados en esta ruta ligera.

AOC.2013




Gráfica: De la red //Anton Berdenko // Daniele Duella & Lango Henzi

No hay comentarios:

Despedida

Llevo 6 o 7 años publicando mis escritos y poesía con palabras similares, contenidos similares, con gráfica orientada siempre a una visió...