domingo, 23 de diciembre de 2012

Génesis y desarrollo de la ciencia de los egos

El hombre no puede escapar de sus propios logros, no le queda más remedio que adoptar las condiciones de su propia vida; ya no vive solo en un universo físico, sino en un universo simbólico. El lenguaje, el mito, el arte y la religión constituyen parte de ese universo y forma los diversos hilos que tejen la red simbólica.
El ego como conciencia individual, como centro y objetivo de la vida, la necesidad de supremacía personal de éxito, figuración, aplauso, elevan la necesidad interior de ser escuchado, atendido, visto y deseado y se toma la red de la vida. Ante la, cada vez más arraigada comprobación de este fenómeno es que Retamales, usando sus amplios conocimientos en física y explosivos, decide trabajar en la creación de una bomba verdaderamente letal, tomando como modelo las bombas de racimo.
El núcleo de la bomba esta formado por un millardo de egos hambrientos necesitados de las más variadas condiciones que exalten sus atributos personales. Cada ego es una cabeza que se instalará en medio de sociedades que aún posean cierto grado de cordura y sentido común, tomando por asalto todos los espacios sanos.
Por otra parte Retamales que siempre ha sido un hombre estudioso, de perfil bajo, ocurrente y observador, ha comenzado a modificarse a medida que crece su experimento. Ahora que el proyecto se hace totalmente posible en forma de  amenaza al mundo con un bombardeo masivo de egos, el de Retamales crece hasta ser él mismo parte de la bomba, empoderado de la idea-trascendencia.
Las bombas caen y el ególatra mundo vive feliz mirando su propio ombligo, y por desgracia, nadie sabe quien es el mentado Retamales, el Werner von Braun de la egociencia.

AOC.©.2012
Gráfica: Egon Shiele

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Despedida

Llevo 6 o 7 años publicando mis escritos y poesía con palabras similares, contenidos similares, con gráfica orientada siempre a una visió...