El gris es un sitio
donde uno puede
arruinarse, volverse loca;
su fondo
resuena como un critica
extraña,
con vientos fríos,
como el odio
sobre un abismo
de alientos
con sus respectivos
rostros de sombras.
La vida se aferra
a su propia idea
de los colores
con su propio orden
de fatalidades,
donde cualquier cosa
puede ocurrir,
aún agudizando
la lucidez
dentro de la cotidiana
realidad.
Por razones desconocidas
veo el mundo
como una serie de líneas grises,
difuminadas,
que unidas entre sí
forman un inacabado esbozo
a carboncillo.
AOC.®.2012
Gráfica: Dima Dmitriev // Colette Calascione // Jack Vettriano.
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