Entre nosotros
hay un espacio compartido
de confines imprecisos
en el que nada parece faltar,
como un sabor central
de cielo,
con esas cualidades inherentes
a las cosas
que se expresan
como ritmo y armonía.
Sometidos
a los efectos de la belleza:
tensión, equilibrio, oscilación,
contraste, variación,
traba y liberación,
descenlace
que como todo juego
oprime y libera,
pero también
arrebata, electriza,
hechiza.
Nuestro idioma perdido
guarda el secreto
que engendra la vibración
que por último
une lo abstracto con lo concreto,
como gruñidos del cielo
y su ruido sagrado.
AOC.©.2012
a Phil Kojinova
Pinturas: Hugo Urllacher // Bogdan Prystrem // Claude Monet, "la casa del guardacosta"
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