Con un leve tic, un pulso
cuelga la vida sus paraguas
con su infinita
con su infinita
gama de colores
para protegernos de la lluvia ácida
que escurre de nuestras salivas.
Brillantes pantallas
repletan de ignorancia
pequeños cerebros
de subpagados laborantes,
inocentes lesos
que interrogan a un tarot online
que les indique
que les indique
cuando saldrán en la tele.
Promesas de amor sin igual
se deslizan por la puerta
con viejas técnicas
de abrazos apretados,
frases ancla,
con bolsas de puro aire
que se alojan en el alma.
Pantallazos de viento
se cuelan de vez en cuando
solo para que la vieja máquina
piense que vale la pena
un respiro.
AOC.2014
Gráfica: s/n de la red // Esmetosh // Alvaro Castagnet
2 comentarios:
Siempre habra un momento para un suspiro
... aun bajo el agua
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