domingo, 29 de abril de 2012

De la noche a la mañana




Un día me hice polvo,
desaparecí en tu mirada,
mordiendo un vacío de fantasmas
donde late esa agónica sequía
que tatúa en el alma
un nunca más de piedra.

Perdida por siempre
en el flujo ácido
del divino sueño
con su ramillete de sombras,
como si la crueldad
fuera lo único
que se ofrece con franqueza.

Pero el tiempo
apresura a otro tiempo
donde me llenaré de infinito
y no existirá este muerto
que habita en mi cabeza.

AOC.©.2012


Gráfica: Yuta Onoda // Rene Guau // Afiche URSS

2 comentarios:

Hector dijo...

Bellisimo, descarnado y -sobre todo- inexorable.
Chapeau!

antonia obiol y corcoll dijo...

Gracias Hector, me alegra enormemente que estés por estos lares como prometiste y que además te gusten mis poemas.

Un beso
AOC.

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