Parada en la misma puerta,
no puedo más con tanta piedra.
Si no me equivoco,
quien va a creer en mis errores?.
Quiero más de ti,
adivinar el pulso que te mueve
con tus ojos tan seguros
de sus noches,
con tus besos
al abrigo de la roca
donde las grandes soledades
devoran la misma tierra,
nacen, crecen, se consumen
y vuelven a ser beso.
Todo muta,
la noche me trajo
un viento frío como el odio,
la lluvia cayó como diluvio en mi memoria,
ya no siento sino ríos,
solo arena en mis manos,
sedimentos de un amor triste,
asesinado
con miles de imágenes
colgando de la apariencia,
y algunas otros apariciones
surgidas de ausencias eternas.
Al final el pájaro
se ha confundido con el viento
como una estrella que brilla
y que hiere.
A.O.©. 2009