Al acto de cocinar
concurren diestros y siniestros
tras la enjundia o el fracaso;
donde las ollas
son celosas amantes
que al primer descuido
de la mirada
se desbordan caprichosas;
donde el punto de las cosas
está antes o después
de ese estado mágico
que llaman "al dente".
El otro paradiso secreto
es el gran misterio del sabor,
una gotita de algo,
marca la diferencia
entre el cielo y la tierra
y al final, el éxito o fracaso
lo determina
el despeinado humor
de los comensales...
A.O.C. 2009
concurren diestros y siniestros
tras la enjundia o el fracaso;
donde las ollas
son celosas amantes
que al primer descuido
de la mirada
se desbordan caprichosas;
donde el punto de las cosas
está antes o después
de ese estado mágico
que llaman "al dente".
El otro paradiso secreto
es el gran misterio del sabor,
una gotita de algo,
marca la diferencia
entre el cielo y la tierra
y al final, el éxito o fracaso
lo determina
el despeinado humor
de los comensales...
A.O.C. 2009
3 comentarios:
No le hacemos asco a nada… a casi nada.
Hay dos tipos de platos, decía el viejo Efraín, cocinero del restaurante Fiori; los que se hacen pensando en los comensales y los deliberada e irrecuperablemente asquerosos.
Del primer grupo, no se le hace asco a nada.
Besos con cuchillo y tenedor,
D.
Mi abuela siempre ha sido un gran referente (le llamabamos MamáChica), ella tenia una olla pequeña donde calentaba una enjundia de aceites mantecas aliños, y otros secretillos y con eso todo entraba, nadie se quejaba... no fui heredera de ese secreto... en una de esas se le sale a mi tia... Para ese tiempo yo invito a almorzar...
comilones besos...
Me acorde de uno de los ingredientes secretos: "la color"
AOC
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