Quisiera dedicarte
mis miserias
para que cuelguen
en tu alma anodina
junto a tus rosarios de pecados
y tus santos inmóviles
con su piedad de cartón.
Las vitrinas
deberían exhibir
las mutilaciones
de la mentira
y publicar libros
con las caras de los culpables.
Apelaré a la vida
para que te consumas
en un profundo olvido
y pases invisible
por los mundos que te tocan,
rogaré para que la indiferencia
sea el plato cotidiano
que tragues
como bocados insulsos de vida.
AOC.©.2013
Gráfica: Marina Podgaevskay // Santiago Carbonell // Ryohei Hase
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