A estas alturas
solo soy una hoja
sumergida en los vaivenes
de un pequeño ruido que se eleva
de repente, en la distancia,
rápido y ágil
como un batir de alas,
para al final caer
a un silencio profundo
en el que se puede sentir
la penosa caída de una lágrima
que sin razón deposita en la memoria
el amargo sabor del mar.
Me voy por senderos
que no llevan a ninguna parte,
como mujer a quien poco importa
que se acaben los caminos,
escondida siempre
en la sombra piramidal de la hoguera,
sin ninguna huella
que le ponga peso a alguna alma.
AOC.©.2012
Gráfica: Henning Lidvigsen // Milo Manara 2 & 3
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