Siempre buscando en una luz
el rumbo del espejo
la huella repetida de mi rostro,
ese apretujado universo de tejidos,
en hilos de mundos menores,
ese pedazo de mi propio nombre
que de tanto acentuarse, sobra,
como un reloj golpeando el silencio.
Un miedo redondo,
un pedazo de barro,
arcilla de mi misma
con los parpados estremecidos de lluvia
y un tacto sensible
a la frescura anticipada.
Repetida en un reflejo intangible,
inespecial, inexistente
donde la noche
quedó temblando adentro,
en la irrevocable
soledad del cuerpo.
AOC.®.2012
Gráfica: Rene Gruau // Thomas Saliot // Rowena Waack
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