Vienen las grandes migraciones,
es el cambio de piel
que remueve el cielo
y todo se llena
de prisas y sueños,
entre unos labios carnosos
apretados de vida.
Pero en mis telarañas de locura
me siento oprimida
por unos brazos de bosque,
sin salida,
enquistados para siempre
como mineral de espanto
en un concierto de silencios.
Debajo de esta piel
un olor ancestral,
casi febril,
me lleva
a esos laberintos donde el dolor
no se distingue demasiado
del abandono,
en el contacto furtivo y viscoso
de las culpas.
AOC.®.2011
Gráfica Tyson Alberto Ruiz // Mel Kadel // Rembrandt
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