Un gato inmóvil
contempla la espera,
pequeñas ausencias envueltas
en un repetido vértigo.
El día cae gota a gota,
sangra,
sangra,
y un rayo de luz
hace más y más profundas las sombras.
Aplastada hasta los huesos
por el profundo secreto
de la sed
con su rostro roído
por la niebla.
AOC.2014
Gráfica: Gil Elvgren // Yigal Ozeri // Jaroslav Wieczorkiewicz
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