Una idea se ondula en torno a mi,
liviana y cierta,
como rodea el sol a la mañana
en pleno invierno.
Mi viejo barco
fondea en el sueño
que esparciste,
justo en ese centro
errante, vacio,
sin una pizca de luz
que pase por tu alma.
A donde voy,
si hacia nada voy?
me agito con una rabia nueva
desconocida, urgente,
se pega a mi esqueleto
como coágulo malsano, espeso.
Indiferente,
he dado un empujón al tiempo,
persiguiendo una verdad
que se afirme o que se niegue,
esperando que varios
corazones más adentro,
hayas dejado de existir.
AOC.2014
Gráfica: Malcolm Liepke // Lillian Bassman //Rafal Olbinski
3 comentarios:
¿La nave del olvido?
el tren hacia el olvido ya partió
más yo he quedado aquí
en la estación
guardaba en mi equipaje
la ilusión
y ella no me permitió partir.
el tren hacia el olvido ya partió...
respirando por la herida
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