Es el miedo...
no es la muerte
lo que mata,
es el silencio,
el resplandor,
el tamaño de las alturas
bordeando un indecible cielo
que cabe entero
entre los zumbidos inocentes
de un parlanchín grillo.
Nada fluye
entre costras de palabras secas,
estériles, inútiles;
la indiferencia
se bebe como agua cariñosa
del olvido
y la vida pasa
dejando sus rescoldos
frágiles
que se sumergen
en la insanía larga
de la vejez.
AOC.2014
Gráfica: Erika Kuhn // Nicoletta Ceccoli // Revista Elite
7 comentarios:
No es el cese del respiro ni la ausencia de voces lo que mata y destruye. Es definitivamente el olvido, el arma letal por excelencia la que nos mata y destruye; que aleja y nos aleja de los que una vez fueron y son.
Un abrazo.
Indiferencia y olvido tienen el poder de desaparecer pueblos completos, amores que se creían eternos... vida, sepultan vida.
Un abrazo
AOC
Habia una vieja cancion que pedia odio y no indiferencia, porque decia que el rencor duele menos que el olvido.
Si nos olvidan, nos duele
Si olvidamos, no nos duele nada
Remedio: busquemos lo que no nos lastima.
Abrazos
El olvido llega de la mano de la vejez. Viejos olvidados, arrumbados en el desván de los sin memoria sin razonar que la mayoría llegaremos ahí.
Saludos
Vivir sin ser lastimado posiblemente nos obligue a vivir atrincherado, cauteloso, dudoso.
Posiblemente debemos prestar oidos al gran Omar
¿Te entristece tal vez que no te recompensen cual mereces?
Olvida y no te apenes.
Todo cuanto deba llegarte,
escrito está en el libro
de lo eterno, que el viento al azar va hojeando.
Omar Khayyam
... y así solo viento.
Saludos
"rescoldos frágiles"... Me gusta eso.
Siempre vuelvo a tu blog, a tus palabras, como un cometa con una ruta muy larga.
Un abrazo, Antonia.
Gracias Jorge, es bueno saber que siempre nos oteamos y olfateamos por ahí, es grato encontrarte.
Abrazos
AOC.
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