El riguroso camino de las sombras
teje su red de apariencias
de cara a la luz,
con sus vericuetos insospechados,
hijos del miedo y el vértigo,
que tamizan el fondo gris
de tu mirada.
Nada sale a la superficie
en esa ciudad de trincheras,
de guerras santas,
sometida al pulso
de una piel frágil, casquivana.
Los arroyos de mentiras
tejen el circuito de amores
vencidos por la especulación
y el cálculo del quita y pon,
vencidos por la especulación
y el cálculo del quita y pon,
besos estrangulados de pasión
que se esconden tras una esquina.
Al final,
los círculos invisibles
jamás develarán
donde van a morir
los pájaros sin culpa
que anidan
en tu alma pequeña.
AOC©2013
Gráfica: Benjamín Lacombe // Sergey Reznichenko / De la red
2 comentarios:
Difícil mirar la verdad.
Un gusto leer en este espacio.
Un abrazo.
Buena o malamente no queda otra. Hay tres cosas que no pueden ocultarse por mucho tiempo el sol, la luna y la verdad.
Gracias por tu visita
Un abrazo para ti.
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