Eras pequeño
cuando empezaste a llenar
ese saco grande de secretos,
elaborando pequeñas y blancas
maquinaciones
que crecieron como musgo
pegado a la tierra húmeda
de tus días.
Un suspiro en la vida desierta
disparó emociones solitarias
y oscuras,
sudores inconfesados,
dobles miradas
que se
asfixiaban sin luz
en el fondo de tu alma.
En el vacío espeso
se escucha rechinar
las junturas de tu acero
frío y clandestino;
mi mirada salpica el muro
donde se dibujan las manchas claras
de tu noche;
todo lo demás
son profundas sombras
acurrucadas en el fondo
del saco de tu megalomanía.
AOC.®.2012
Gráfica: Elizaveta Porodina // Erika Kuhn // Minjae Lee
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