Perseguida
por una vocación suicida,
esperando que se abra una puerta,
que alguna luz se encienda,
una señal,
una aparición,
algo,
lo que fuera;
solo soy
una vieja cómplice de las ventanas,
soy el germen, el receptáculo
del silencio, de los secretos,
por donde avanzan tropas invisibles
sobre los mismos valles imaginarios
de delicados paisajes,
donde reina el desdén.
Mi gran sueño
es detener el curso
de todos tus ríos
para que tus horas propias
te sostengan en el infierno de lo real
donde se instalan tus peores apariencias.
AOC.©.2012
Gráfica: Tara Mcpherson 1 y 2 // Tomas Saliot
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