En algunos tipos de personas
los amores no correspondidos
parecieran liberar
un tipo de toxina,
que les resulta adictiva
y sin una lógica muy clara;
es como no tener manos
para asir lo que se ama,
perseguir luces que no dan luz,
y regresar una y otra vez
al mismo punto
a la misma ansiedad;
como adorar
todo lo que se imagina
y no se posee.
Son como los sin casa,
que se refugian en sombras mínimas,
el viento los empuja
y navegan sobre las emociones
de antiguas y nuevas canciones.
Pasan el tiempo en este sopor
del envenenamiento,
con la sangre lenta
y la mirada perdida.
Algunos amigos
proponen sanguijuelas,
otros sangrías
o un buen estabilizador del animo,
los más entendidos proponen
abundante vino.
Y ha ocurrido
que el día menos pensado
el objeto amado
devuelve la mirada
y... ya es muy tarde.
A.O.C. © 2010
los amores no correspondidos
parecieran liberar
un tipo de toxina,
que les resulta adictiva
y sin una lógica muy clara;
es como no tener manos
para asir lo que se ama,
perseguir luces que no dan luz,
y regresar una y otra vez
al mismo punto
a la misma ansiedad;
como adorar
todo lo que se imagina
y no se posee.
Son como los sin casa,
que se refugian en sombras mínimas,
el viento los empuja
y navegan sobre las emociones
de antiguas y nuevas canciones.
Pasan el tiempo en este sopor
del envenenamiento,
con la sangre lenta
y la mirada perdida.
Algunos amigos
proponen sanguijuelas,
otros sangrías
o un buen estabilizador del animo,
los más entendidos proponen
abundante vino.
Y ha ocurrido
que el día menos pensado
el objeto amado
devuelve la mirada
y... ya es muy tarde.
A.O.C. © 2010
Para escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=LyAuurHe3QI
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