Yo debería pedir perdón
a los que leen mis palabras,
tengo la mala costumbre
de gesticular frases
que se me instalan
en una zona
poco precisa
entre corazón y alma.
Muchas veces
son arbustos muertos
que ruedan por el desierto;
necesito que salgan,
me urgen, se agolpan,
me lastiman.
Existen periodos
en que son recurrentes,
se dejan atrapar por un viento
que una y otra vez
las golpea contra una roca.
Me da miedo
un día cerrarme
y quedarme a solas
con las palabras,
sin salida, sin respuesta.
Aunque son inofensivas
sólo son un montón de letras
que por separado
suenan como el aire...
A.O. C.
2 comentarios:
Ok, te perdono.
Pero no dejes de escribir que está buenísimo leerte.
D.
Te digo lo que se dice cuando uno recibe el perdón (ignoro lo que se dice).
multiples besos
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