Quisiera tomar un bus
que me aleje de mi misma
de mis ideas recurrentes,
de mis diálogos obsesivos,
del sabor de esta esencia.
Bajarme en una estación
donde el paisaje no sepa de mi,
y perderme en esa soledad,
en ese nuevo silencio
sin historia;
hundirme en el agua abisal
de un mar nuevo
que lave mis deformidades,
mis supuraciones,
mis crueldades.
Y regresar algún día
a colgar mariposas
en el cotidiano
de esta alma...
A.O.C. siempre
que me aleje de mi misma
de mis ideas recurrentes,
de mis diálogos obsesivos,
del sabor de esta esencia.
Bajarme en una estación
donde el paisaje no sepa de mi,
y perderme en esa soledad,
en ese nuevo silencio
sin historia;
hundirme en el agua abisal
de un mar nuevo
que lave mis deformidades,
mis supuraciones,
mis crueldades.
Y regresar algún día
a colgar mariposas
en el cotidiano
de esta alma...
A.O.C. siempre
4 comentarios:
Estamos en ese tren. Se llama vida, y no hay escapatoria. O aprendemos a disfrutar del viaje en sí mismo o nos resignamos a llegar a destino, del que nadie tenía comprado el pasaje de vuelta ni tuvo la prolijidad de enviarnos postales.
D.
Pareciera que siempre estoy sobre el mismo tren... soy de ideas recurrentes... me enamoro de espejismos... cultivo un campo de cebollas... y de alguna manera siempre quiero estar más alla y hacer un curso rápido de vida... y asi dedicarme a otra cosa... cultivar margaritas por ejemplo...
Grandes besos para ti
Antonia
A menudo cuando te visito veo multicoloras mariposas traidas de tus permanentes viajes,
Besitos de viajero.
Buen Tano:
Puede que este de regreso o tu ves lo más florido de esta alma...
Retornadores besos
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